Proteoma, envejecimiento y patologías asociadas

¿Qué es el proteoma o perfil biológico?
El perfil biológico o proteoma nos da una idea de la distribución de los tres grandes grupos de proteínas en el organismo: glicoproteínas, lipoproteínas e inmunoglobulinas.

Como las proteínas constituyen el sistema enzimático de cada célula y por tanto son las que realizan el trabajo bioquímico, podemos decir que este tipo de analítica sanguínea es un estudio del funcionalismo celular.

De esta manera obtenemos un estudio dinámico de las proteínas del organismo.

¿Cómo se realiza el perfil biológico o proteoma?
El suero del paciente se hace reaccionar con una serie de 53 reactivos, tendremos por lo tanto 53 parámetros que darán lugar a una curva específica para cada paciente.

El método del CEIA utiliza la ley física de la salvatación, que es la capacidad de las proteínas de captar o no iones. Cuando la proteína inerte capta o cede iones se transforma en proteína viva o funcional.

Mediante la electroforesis bidimensional, las proteínas séricas reaccionan con cada reactivo y floculan. A través de estos floculados se hace pasar un haz de luz y así se observa el movimiento electrónico de los iones, se establecen relaciones entre el movimiento de los iones y la organización de los fenómenos vivos, obteniéndose así una curva propia para cada individuo.

Vamos a observar en la curva 4 grupos de parámetros:

  • las glicoproteínas, ph ácido, representadas en color verde.
  • las lipoproteínas, ph neutro, en color rojo
  • las inmunoglobulinas, ph alcalino, en color azul
  • largos, mezcla de los anteriores, ph: 3.5-9.5, en color violeta.

Cada parámetro ocupará un lugar en la curva. Según su desviación, interpretaremos si está elevado o disminuido.

Mediante la interpretación de los valores y las desviaciones de la curva conocemos las tendencias actuales mórbidas del paciente.

Como cada parámetro está relacionado con una estructura u órgano determinado, este análisis nos da una orientación del estado general del organismo.

Existe una expresión de la patología en la analítica, puesto que el parámetro relacionado con el órgano afectado estará desviado.

El funcionalismo o dinámica de las proteínas siempre está expresado en el análisis.

¿Cómo puede ayudarnos en nuestra práctica clínica este método de analítica?
Siempre tendremos un paralelismo entre el estado de salud del paciente y lo que encontramos en el análisis, exista o no una etiología clara de la enfermedad. Por ejemplo, en una astenia o fatiga crónica tendremos una disminución de las glicoproteínas independientemente de la causa de la fatiga.

En la práctica clínica podemos hablar de dos grandes grupos de pacientes:

  1. Pacientes con sintomatología, un diagnóstico específico y una causa específica. En estos pacientes puede haber o no lesión estructural.Cuando hay sintomatología sin lesión estructural o anatomopatológica el análisis de proteoma nos da una idea de la organización de las proteínas y, por tanto, podemos saber hacia donde evolucionará la enfermedad. Por consiguiente podremos hacer una medicina preventiva. Cuando hay síntomas con lesión, normalmente hay un paralelismo entre el proteoma y las analíticas convencionales, pero conociendo el proteoma sabremos más del estado de salud del paciente:
    • Como está reaccionando frente a su enfermedad. Si su sistema inmune está actuando adecuadamente o no.
    • Si sus órganos tienen una tendencia a evolucionar a un estado inflamatorio o degenerativo.
    • Si alguna enfermedad inflamatoria o infecciosa pasada ha dejado una información tóxica importante y así poner en marcha un sistema de drenaje de ese órgano.
    • De esta manera hay menos factores que se nos escaparán al control de la enfermedad, incluso podemos observar como el estado psíquico del paciente provoca respuestas a nivel del proteoma. Esto es muy importante para descubrir depresiones encubiertas que provocan un bloqueo psicológico con la consiguiente afectación del sistema inmune.
  2. Un segundo grupo de pacientes que tienen una sintomatología clara pero sin un causa específica. El proteoma nos da un apoyo fundamental para entender los mecanismos biofísicos que anteceden a los bioquímicos. En éste caso podemos hacer un diagnóstico precoz a corto, medio o largo plazo, antes de que aparezca la lesión y, por consiguiente, hacer un tratamiento preventivo.

Pero, debido al considerable interés que existe en la población por los tratamientos y técnicas que retrasan el envejecimiento, el uso del proteoma es un arma diagnóstica y preventiva muy importante, puesto que hay tres parámetros de floculación en el análisis, que al reaccionar con el suero del paciente nos dan una imagen de la edad biológica del mismo, los cuales son: molibdato de amonio, popper y la globulinas gamma. Además, con el estudio consiguiente del proteoma podemos evaluar, no solo la efectividad de los tratamientos que ralentizan el envejecimiento celular, sino también el estado de salud general.

¿Para qué sirve conocer el proteoma?
Para saber más sobre el estado del paciente. Conociendo como se organizan sus proteínas podemos instaurar un tratamiento específico que regule la curva y observar la evolución de la enfermedad y constatar la efectividad de los distintos tratamientos.

Artículo publicado en la Revista de la Federación IberoLatinoAmericana de Sociedades de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad Nº 7 Noviembre de 2005
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